Bloqueos.


Publicado en El Día de Zamora el 12 de mayo de 2017.

          A veces, cuando llega el día en el que les tengo que escribir sobre las cosas que pasan por el mundo o me pasan por la cabeza, me quedo en blanco, bloqueado, no por falta de temas, que estos abundan, sino porque no sé cómo contárselos. Así, mis ojos permanecen fijos en la pantalla del ordenador a la vez que el cursor parpadea impaciente, como reprochándome que lo tenga ahí haciendo guiños mientras yo no me digno a pulsar ni una tecla. Desconozco el tiempo que transcurre entre que soy consciente de esta situación y consigo salir de ella, como cuando abrimos la nevera y nos quedamos mirando su interior atontados, idos, hipnotizados por esa luz que no sabemos si se apaga cuando cerramos la puerta o sigue ahí, iluminando el contenido de las viandas para que estas sepan orientarse cuando se desplazan. Ah, que no sabían que los alimentos de la nevera se mueven y que esa luz está ahí no para que usted los vea al abrir la puerta sino para que ellos no se pierdan en sus desplazamientos. ¿Cuántas veces han ido a coger un yogur que recordaban haber puesto en la primera balda y “por arte de magia” estaba más abajo? O una pera, o una manzana, o un zumo… mediten sobre esto. La cosa es que, sin saber cómo, el bloqueo desaparece y al final ustedes pueden disfrutar de unos minutos de lectura más o menos entretenida. Algo parecido le ha pasado a nuestro gobierno con el tema de los presupuestos, que no había manera de desbloquearlos hasta que Mariano y sus muchachos han logrado el apoyo del PNV a cambio de un pastizal. Pastizal que van a poner ustedes y yo eh, no ellos. La broma, según el diario “El Mundo”, es de más de 500 millones de €uros por cada diputado del PNV que le va a dar el sí a Mariano. Si son seis los diputados, hagan ustedes el cálculo… Y pese a esto, a lo de la corrupción, a las manipulaciones en la fiscalía para apoyar/ayudar a los investigados en las diferentes tramas mafiosas en las que están involucrados, la última encuesta del CIS dice que el Partido Popular volvería a ganar las elecciones con un 29,1% de los votos. Hay un 29,1% de votantes españoles que, cuando entran en la cabina de su colegio electoral, se quedan como yo mirando a la nevera, esperando que una luz les ilumine para tomar la decisión correcta, pero vistos los resultados, la luz debe estar desenfocada o algo así porque no cabe otra explicación. Por cierto, hoy miércoles, que es cuando yo les escribo, es el día del Santo Job, al cual Satanás, con el consentimiento de Dios, le azotó con enfermedades, calamidades climatológicas, le incendió la casa, le mató a todos los hijos, al ganado, a los criados y logró que su mujer lo repudiara. Pese a ello, Job siguió del lado de Dios, no sabemos si porque estaba bloqueado o porque ya, de perdidos, le daba todo igual. Como a ese 29,1% del electorado español.

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