De amores y de locos.



         Publicado en El Día de Zamora el 17 de marzo de 2017.

    El próximo día 20 de marzo, a las 18:26 horas, llegará de manera oficial la primavera a nuestras vidas. Llegará la primavera y nos traerá a los alérgicos todo tipo de inconvenientes y malestares, pero como la mayoría de los seres, humanos o no, tienen querencia al optimismo, verán en la llegada de ese momento un motivo de alegría, que escrito se parece a alergia pero que para nada es lo mismo, y jolgorio que desde luego no comparto. Para empezar, porque esto solo afecta a los habitantes del hemisferio norte de la Tierra, que en el sur lo que empieza es el otoño. Pero, ¿y en Marte o Saturno? ¿O en los siete exoplanetas esos que se han descubierto hace poco? Es más, ¿habrá algo parecido a la primavera en Marte, Saturno o los exoplanetas? Mientras les dejo cavilando sobre estas cuestiones, trataré de profundizar en el tema de nuestra primavera. La sangre altera, nos dice el refranero, y eso, al parecer, es debido a que, como animales que somos, el aumento de las horas de luz nos provoca cambios hormonales importantes en nuestro estado emocional, tales como aumento de la producción de melatonina y serotonina, lo cual incrementa a su vez la vitalidad, la alegría, la energía, la sexualidad y por ende la fertilidad. La sangre altera, ya… Pero no todo va a ser bullicio y jácara, no amigos. Si alguno de ustedes tiene dificultad para relacionarse, fobia social, timidez, inseguridad, o complejos con su cuerpo, puede que aumente su padecimiento debido al incremento de  nuestro nivel de exposición. Y lo mismo sucede si, por lo que sea, ustedes tienen agorafobia o cualquier otro temor relacionado con los espacios abiertos. Sumen a todo esto la conocida como “astenia primaveral”, trastorno leve y pasajero que se da cuando nuestro organismo no se adapta correctamente a los cambios de estación, generando un estado de ánimo decaído. Vamos, que o les da por abrazar al sol, quitarse ropa de encima y entregarse a la cópula desenfrenada, o la jodida primavera lo que va a hacer es amargarles la vida. La sangre altera… Conocí una vez un tipo que pretendía ser un artista y cuyo mayor anhelo era pintar como Van Gogh, pero tenía miedo a que lo tomaran por loco. Un día de primavera, se cortó el lóbulo de su oreja izquierda y con la sangre de su herida, usando los dedos, pintó en el muro del patio del manicomio en el que vivía una paloma que rivalizaba en belleza con las de Picasso. La sangre altera… y confunde, añadiría yo.


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