Publicado en El Día de Zamora el 8 de julio de 2016.
Islandia,
una isla perdida en mitad del océano Atlántico, a medio camino entre
Groenlandia e Irlanda. Según Julio Verne en su “Viaje al centro de la Tierra”, allí
se encuentra la puerta a dicho centro, a través de uno de sus aproximadamente
130 volcanes. La habitan alrededor de 300.000 personas, que en 2008 sufrieron
el colapso de su sistema financiero, la quiebra de los principales bancos del
país, y que sacó en masa a la calle a su población (una masa pequeña, que no
hay mucha gente allí). ¿Y qué pasó después? Igualito que en España, tomen nota.
El Estado islandés dejó caer a los bancos cuando se dio cuenta de que le
era imposible rescatarlos. Luego pasó a tomar su control directo a través de la
Autoridad Supervisora Financiera de Islandia (FME) e impulsó un plan que supuso
inyectar liquidez y sanearlos de manera paulatina. Además, se establecieron
medidas de control de capitales para una mejor gestión sobre el sector y evitar
la fuga de dinero al extranjero. Esperen, que no acaba aquí la cosa. Islandia también
optó por juzgar a los implicados en la burbuja financiera. Como ejemplo, están
los ejecutivos de uno de los bancos de referencia del país, que fueron
condenados a penas de entre cuatro y cinco años de prisión acusados de
manipulación del mercado. También fue juzgado Geir Haarde, primer ministro
entre 2006 y 2009, al que se le achacó no haber realizado reuniones de gabinete
ante cuestiones de estado importantes, si bien no fue condenado. Me repito,
esperen, que no acaba aquí la cosa. Para sanear sus finanzas y poder salir de
la crisis, Islandia rechazó las voces que desde instituciones europeas llamaban
a aplicar medidas de austeridad. En 2015 la cifra de paro era del 3,8%, con el
compromiso de bajarla al 2,3%, que tenían en 2005. En España, 9,32% en 2005,
23,78 en 2015. En esta Eurocopa, nos han sorprendido con su coraje, con su
capitán Aron Gunnarsson dirigiendo a sus compañeros y a la hinchada islandesa al
grito de "¡aaauuuhh!" seguido de una palmada, tanto
cuando eliminaron a Inglaterra como cuando cayeron ante Francia. Un equipo sin
millonarios en sus filas, sin patrocinadores. Un equipo. Hagan ustedes las
comparaciones con su sociedad y con la nuestra.
Mientras
tanto, otro edificio se ha desplomado en nuestra capital. Zamora se derrumba, y, al
parecer, no hay nadie para sostenerla. ¡Aaauuuhh!
Puedes
seguirme en twitter en @cuadrablanco. No es obligatorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario