Hitler.

          Publicado en El Día de Zamora el 15 de julio de 2016.

    Que nada más leer el título de este artículo que les traigo esta semana, mi madre, y muchos de ustedes, pensarán: “pero este muchacho no podrá escribir sobre el verano o sobre el calor como todo el mundo…” Pero ya ven, a mí, que veo un charco y sin pensármelo me meto en él, y si el charco es grande cual piscina, puedo sumergirme y quedarme allí, con un buen suministro de gin tonics, hasta mediado septiembre, pues imaginen. Pero al lío. ¿Por qué Hitler en mitad de julio? Pues porque el Gobierno de Austria ha decidido adquirir la casa en la que nació Adolf para proceder a su demolición y así prevenir que se convierta en lugar de peregrinaje para los neonazis. La ciudad donde está ubicada tiene nombre rarito, Braunau am Inn, y pese a que Hitler, Adolfito supongo que lo llamarían por aquella época, solo pasó tres semanas allí, el edificio ha sido el centro de atención de muchas controversias por su carácter simbólico. El inmueble pertenece a un particular, pero se encuentra vacío desde 2011 porque la dueña ha rechazado todas las ofertas de compra por parte del Estado. Aquí, en España, la casa situada en el número 136 de la calle María, en Ferrol (La Coruña), hasta el 28 de diciembre de 1982 conocido como El Ferrol del Caudillo, tiene una llamativa placa de mármol para recordarnos que Franco, supongo que Paquito en aquella época, nació allí, así como otra de bronce que conmemora las campañas africanas tanto de éste como de su hermano Ramón. Que sepamos, a nadie se le ha ocurrido la idea de derribarla para evitar que se convierta en lugar de peregrinaje de los fachas patrios, aunque estos, claro, pueden ir en romería hasta el Valle de los Caídos, que es más amplio, se cabe mejor y se está más fresquito en esta época. Opongo, frente al instinto de derribar, la obligación de enseñar, de convertir todos estos lugares en aulas de instrucción donde aprender que esos horrores históricos no deben volver a repetirse. Que sí, que mejor escribirles sobre el calor que hace, sobre el verano y sobre que tengan cuidado con el sol, pero hay cosas que pueden quemar más que el sol y acabar haciendo más daño. Para terminar, recordarles que ya pueden comprar lotería de Navidad. Y es que no hay verano que cien años dure. Afortunadamente.

 

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