Asteroides.

                Publicado en El Día de Zamora el 11 de marzo de 2016.

      Resulta que Europa, esta Europa que ha decidido realizar de común acuerdo con Turquía una expulsión colectiva de los refugiados, pese a que ello esté de manera expresa prohibida por la Convención Europea de Derechos Humanos, está planeando una misión espacial para desviar la luna de un asteroide. Aclaro, la luna de un asteroide, no La Luna esa que ven ustedes al anochecer. Y ello, como ensayo general de una operación espacial que podría ser de importancia capital en el futuro para nuestro planeta: apartar un cuerpo del Sistema Solar en trayectoria de colisión con la Tierra. Visto lo visto, sería mejor que ese cuerpo colisionara contra nosotros y empezar de cero, pero como supongo que habrá alguno de ustedes que no esté muy a favor de mi opinión, tendremos que dotarnos de una maquinaria que nos ayude a salvar nuestros culos de la extinción. Ahora, mucho ojo, que hace un par de días un cacharro de esos ha vencido al campeón mundial de Go (el ajedrez oriental) en tres horas y media. Al parecer, la fortaleza del engendro reside en su capacidad para tomar decisiones complejas, analizando únicamente las más interesantes. Mientras tanto, en España, nuestro presidente en funciones acudió el pasado día 8 a un encuentro con mujeres emprendedoras en el Campus Google Madrid y se mostró partidario de seguir construyendo máquinas: “Tenemos que fabricar máquinas que nos permitan seguir fabricando máquinas, porque lo que va a hacer nunca una máquina es fabricar máquinas”. Sí, yo tampoco lo he entendido, pero semejante afirmación del señor Rajoy nos lleva a preguntarnos cosas como ¿Es Rajoy una máquina (obsoleta)? ¿Es Rajoy una máquina enviada desde el futuro como si de un Terminator pepero se tratara? Ya los clásicos acuñaron la expresión “Deus ex machina” (dios desde la máquina) para hacer referencia a cualquier elemento externo que resuelve una historia sin seguir su lógica interna. Parafraseando de nuevo al Sr. Rajoy, “Las decisiones se toman en el momento que deben tomarse” y por lo que estamos viendo, se tomarán sin seguir patrón alguno para arreglar, o intentarlo, el jaleo en el que estamos. Desde mi opinión, sería mejor dejar la penúltima conclusión a una máquina, esa que toma decisiones complejas analizando solo las más interesantes. La última, que la tome el asteroide ese estrellándose contra la Tierra, y ahí sí que ya, a otra cosa. 

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