El día después.

               Publicado en El Día de Zamora el 25 de septiembre de 2015.

      “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” escribió Augusto Monterroso, y tiene la vitola de ser el cuento corto, fábula o microrrelato más famoso del mundo. Según los estudiosos, el mensaje que Monterroso nos quiere transmitir es que la humanidad está dormida, que ve las cosas no como son en realidad, sino como las sueña. Cómo son los estudiosos eh, sacan conclusiones sesudas de algo que, en apariencia, lo único que nos parece a los demás es que el dinosaurio estaba dando una vuelta, le dio sueño, se quedó dormido y al despertarse, seguía en el mismo sitio donde se había tumbado. Pero si los expertos fueron capaces de inferir tal cosa, pues yo no me voy a quedar atrás y voy a aplicar el microtexto de Monterroso a la hipotética y futurible Cataluña independiente. Tras la comunicación del Gobierno catalán al español y a la Unión Europea de la intención de constituir un Estado independiente, acogiéndonos a la vía legal, esta declaración de independencia sería un acto jurídico que, por sí solo, poseería una densidad jurídica limitada y bastaría con su impugnación ante el Tribunal Constitucional para suspenderla. Como ven, el dinosaurio seguiría donde lo dejamos. Pero supongamos que la cosa sigue adelante y Cataluña se constituye estado independiente. Deberán ajustar sus ordenadores para aceptar nuevos prefijos telefónicos, códigos bancarios internacionales, para que las tarjetas de crédito de los bancos catalanes funcionen fuera del país… Y estar preparados para cosas menos agradables. Sí, ahí sigue el dinosaurio, y con visos de no moverse, más que nada porque Cataluña no tiene derecho a la independencia en el derecho internacional, sólo tiene derecho a declarar la independencia. Y, si la quieren, tendrán que convencer a otros países, de una manera política, con campañas de publicidad, etc. Preguntado Charles E. Ehrlich, miembro del Wolfson College en la Universidad de Oxford, que ha llevado a cabo tareas de instauración de instituciones democráticas, sobre si Cataluña es conocida en el mundo responde: “No lo es. Cuando le digo a la gente en EEUU, por ejemplo, que yo hablo catalán o que he hecho estudios sobre Cataluña, no saben a qué me refiero. Cuando les digo que no es una lengua española y que tiene una historia y cultura distintas, creen que hablo de los vascos”. Ya ven, ahí sigue el dinosaurio. Uno que, ni siquiera cuando parece moverse, avanza.

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