Publicado en El Día de Zamora el 17 de octubre de 2014.
Les cuento. Por si no tuviéramos suficiente con lo del ébola, con las ganas de independizarse de Cataluña y el juego de trileros que se ha hecho a sí mismo el Sr. Mas, o con las tarjetas de Caja Madrid, que valían para gastos de representación y lo que pudiera surgir, esta mañana al abrir el periódico, me encuentro con que tanto Facebook como Apple han ofrecido congelar los óvulos a sus empleadas. Pero no se vayan a pensar que lo han hecho por altruismo o espíritu solidario, no. Se lo han ofrecido como incentivo laboral. Sí, lo han leído bien la primera vez, así que no perderé el tiempo rescribiéndolo. Si hasta ahora los gigantes de la tecnología ofrecían como incentivos a sus trabajadores cosas tan exóticas como bebidas y comidas gratis por chefs de renombre, las "happy hours" de los viernes, las salas de juegos o, cosas más convencionales como los bonus económicos, ahora han añadido una cantidad de dinero extra por congelar óvulos. Toma ya. Bien es cierto que las listas de premios por formar parte de una empresa tecnológica cada vez tienen menos límites, solo así se explica que uno de los perfiles más demandando sea el de CHO, Chief Happiness Officer, es decir, el responsable de que un trabajador esté feliz en el puesto de trabajo, pero incentivar a las empleadas por congelar sus óvulos para retrasar su maternidad... Para empezar, puede que no sea la persona más adecuada para hablar del tema. Primero, no soy madre. Segundo, no trabajo en una empresa tecnológica y moderna de esas, pero así a bote pronto, lo que me viene es que igual a las mujeres se les está haciendo ver que su trabajo es incompatible con la maternidad. Pero claro, eso en España ya lo sabíamos, que para eso la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, el pasado jueves ya afirmó que prefiere contratar "a una mujer de más de 45 o de menos de 25 años" para evitar "el problema" de que se quede embarazada. Bien es cierto que ella no propuso congelar los óvulos de nadie y pagarles un incentivo económico. Ella, sin más, abogaba por no contratar mujeres en edad fértil. Muerto el perro, fin de la rabia. O del ébola, que de eso también hemos tenido.
Les cuento. Por si no tuviéramos suficiente con lo del ébola, con las ganas de independizarse de Cataluña y el juego de trileros que se ha hecho a sí mismo el Sr. Mas, o con las tarjetas de Caja Madrid, que valían para gastos de representación y lo que pudiera surgir, esta mañana al abrir el periódico, me encuentro con que tanto Facebook como Apple han ofrecido congelar los óvulos a sus empleadas. Pero no se vayan a pensar que lo han hecho por altruismo o espíritu solidario, no. Se lo han ofrecido como incentivo laboral. Sí, lo han leído bien la primera vez, así que no perderé el tiempo rescribiéndolo. Si hasta ahora los gigantes de la tecnología ofrecían como incentivos a sus trabajadores cosas tan exóticas como bebidas y comidas gratis por chefs de renombre, las "happy hours" de los viernes, las salas de juegos o, cosas más convencionales como los bonus económicos, ahora han añadido una cantidad de dinero extra por congelar óvulos. Toma ya. Bien es cierto que las listas de premios por formar parte de una empresa tecnológica cada vez tienen menos límites, solo así se explica que uno de los perfiles más demandando sea el de CHO, Chief Happiness Officer, es decir, el responsable de que un trabajador esté feliz en el puesto de trabajo, pero incentivar a las empleadas por congelar sus óvulos para retrasar su maternidad... Para empezar, puede que no sea la persona más adecuada para hablar del tema. Primero, no soy madre. Segundo, no trabajo en una empresa tecnológica y moderna de esas, pero así a bote pronto, lo que me viene es que igual a las mujeres se les está haciendo ver que su trabajo es incompatible con la maternidad. Pero claro, eso en España ya lo sabíamos, que para eso la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, el pasado jueves ya afirmó que prefiere contratar "a una mujer de más de 45 o de menos de 25 años" para evitar "el problema" de que se quede embarazada. Bien es cierto que ella no propuso congelar los óvulos de nadie y pagarles un incentivo económico. Ella, sin más, abogaba por no contratar mujeres en edad fértil. Muerto el perro, fin de la rabia. O del ébola, que de eso también hemos tenido.
Y es que llevamos una racha...
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