Agosto, tercera semana.

        
                  Publicado en El Día de Zamora el 22 de agosto de 2014.


        22 de agosto ya eh. ¿Lo notan? “September is coming”. Vamos, que ya lo tienen ustedes llamando a la puerta. Y no es una cosa que yo venga aquí a decirles, por estropearles o amargarles (joderles sería más explícito) lo poco que les queda de vacaciones, sino que es el mismo Corte Inglés el que ya ha salido por la tele anunciándonos la vuelta al cole. Una vuelta al cole muy edulcorada, porque los niños de esos anuncios sonríen, a los padres se les ve felices, vamos, nada más alejado de la realidad de esos sus hijos encabronados ante el nuevo curso, y ustedes con cara de úlcera de estómago ante los gastos que se le avecinan. Pero dejemos todo esto para más adelante y vayamos al disfrute agostil. Por si lo dudaban, sigo sin estar moreno, y ya lo he dejado por misión imposible. Tampoco he ligado, y como para esto bien es cierto que a mí me da igual que sea agosto que octubre, pues tampoco lo he echado mucho de menos. Pero junto con estas cosas mías que les cuento, agosto lo que sí es, es el baremo laboral de cada uno. Agosto marca nuestra prescindibilidad o imprescindibilidad en el trabajo, que nada tiene que ver con el hecho de ser jefe o no serlo, sino con algo mucho más sencillo. Si estás de vacaciones en agosto, es que eres lo suficientemente importante como para que no se pueda prescindir de ti el resto del año. Si trabajas en agosto, es que da igual cuándo faltes, “tú vete cuando quieras y en agosto ya rellenarás el hueco que dejan los que importan”. Por supuesto que aún se podría establecer una tercera categoría, la semiprescindibilidad, trabajas medio mes y libras el otro medio (o viceversa). O puede que no hayas tenido vacaciones porque no te las den, sin más, “es lo que hay, si me vienes con el rollo de tus derechos ya sabes dónde tienes la puerta. Si te vas de vacaciones no te molestes en volver, ahí fuera tengo a cientos como tú esperando a que te vayas para ocupar tu puesto, ya ves qué preocupación…” 

      Yo vuelvo a recomendarles que aprovechen y duerman. Dejen de hacer cosas, salvo el vago. Lo de la lotería de Navidad, ya empieza a estar complicado. 

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